Una investigación observó cambios específicos en células inmunitarias tras la ingesta regular de una popular comida coreana.
Durante siglos, el kimchi ha sido un pilar de la gastronomía coreana.
Este plato de col fermentada, picante y lleno de sabor, ha cruzado fronteras en los últimos años, impulsado no solo por su popularidad culinaria, sino también por el creciente interés científico en sus efectos sobre la salud, Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature sugiere queel kimchi podría tener un impacto directo y específico en el sistema inmunológico.
Según la investigación, el consumo de kimchi podría ayudar a reforzar las defensas del organismo al actuar sobre células clave del sistema inmune.
El estudio analizó a 13 adultos con sobrepeso durante un período de 12 semanas, quienes fueron divididos en tres grupos: uno recibió un placebo y los otros dos consumieron kimchi en polvo en distintas versiones fermentadas.
La dosis diaria equivalía a aproximadamente 30 gramos de kimchi fresco.
A diferencia de otros estudios que observan efectos generales, los investigadores utilizaron una técnica que permite analizar la actividad individual de las células inmunitarias.
El kimchi y las células inmunitarias
Los resultados mostraron que el kimchi aumentó la actividad de las llamadas células presentadoras de antígenos, encargadas de detectar patógenos y alertar a las células T auxiliares, que coordinan la respuesta inmunitaria del cuerpo.
Además, se registró una mayor activación de ciertos genes que funcionan como “interruptores”, facilitando una comunicación más eficiente entre las células inmunes.
Un aspecto clave del hallazgo es que el kimchi no activó de manera generalizada todo el sistema inmunológico. La mayoría de las células inmunes permanecieron sin cambios, lo que sugiere un efecto específico y equilibrado.Esto es relevante, ya que una activación excesiva puede generar inflamación crónica y dañar tejidos.
Ambos tipos de kimchi utilizados en el estudio produjeron efectos positivos, aunque el fermentado con un cultivo bacteriano seleccionado mostró un impacto ligeramente mayor.
Conclusiones de la investigación
Los autores advierten que se trata de un estudio pequeño y que no midió resultados clínicos concretos, como una reducción de infecciones o enfermedades.
Sin embargo, los datos ofrecen una explicación molecular plausible de cómo los alimentos fermentados pueden influir en la regulación del sistema inmune, reforzando una línea de investigación que ha ido ganando fuerza en los últimos años.
Aunque no existe una recomendación oficial sobre la cantidad ideal, el estudio sugiere que incorporar pequeñas porciones diarias, como 30 gramos, es una opción viable para la mayoría de las personas.








